Aún con la resaca de No Mercy (2016) sobre nuestras cabezas, la división femenina de SmackDown no pasa por un buen momento tras, en mi opinión, la baja calidad de las dos luchas aceacidas en el cartel de dicho PPV. Si el encuentro entre Carmella y Nikki Bella fue mediocre para lo que estas dos mujeres podrían ofrecer, Alexa Bliss y Naomi conjuntaron algo digno de olvidar, tanto por brevedad y nula respuesta del público, como por descordinación y ritmo. Ya lo señaló pertinentemente nuestro compañero Sebastián Salgado en su columna 5 x 5 dedicada el evento.
Raw, por el contrario, está ganando la partida por completo a su rival, con dos mujeres que, tomando pleno protagonismo del panorama, ya merecen ser inmortalizadas en los anales de WWE. Sasha Banks y Charlotte estelarizaron la edición del show rojo de la pasada semana con total merecimiento, y evidentemente, los seguidores sí reaccionaron a la altura. Tanta es la confianza depositada, que el encuentro que acaparará la mayoría de miradas en Hell in a Cell (2016) será un combate entre ellas dentro de la diábolica estructura de acero. Bien es cierto que la lesión de Becky Lynch perjudicó a la cita azul del pasado domingo, pero esta marca no puede sustentarse en una única luchadora (obviando a Natalya).
Bayley vino a sumarse a la desventaja en el panorama femenil, que parece veremos plasmada en Survivor Series (2016), incorporándose a Raw y reforzando aún más su condición de segunda NXT de Triple H. Muchos fanáticos la consideraban más necesaria en la facción de Shane McMahon, necesitada de nombres importantes, pero como ya comenté, esta guerra ha sido injusta desde su inicio. Ayer, la luchadora fue entrevistada por Bleacher Report, concediendo un titular que por aventurado, nos gustaría ver hecho realidad, ante la pregunta de dónde veía a la división femenil de aquí a 5 años.
“Oh, dios mío… De aquí a un año, nos veo estelarizando PPVs. De aquí a 5 años, nos veo estelarizando WrestleMania. No uno de los combates estelares. El combate estelar.
La rivalidad entre Banks y Charlotte cumple con la intensidad y seriedad requeridas (un acierto dejar fuera a Ric Flair), y no nos imaginamos un escenario mejor que El Patio de Recreo del Diablo para zanjar su historia. Me atrevo a aventurar que se robarán el show, escribiendo un nuevo episodio dorado en la lucha libre femenina de WWE. Por desgracia, SmackDown se ha descolgado en esta revolución, y lo que podría resultar un asalto inminente conjunto a los puestos top se antoja improbable. Hoy por hoy, sólo Raw cuenta con figuras capaces de cumplir con la magna responsabilidad, y parece lejano un gran evento azul estelarizado por sus luchadoras.
En un artículo pasado, desarrollé mi postura proclive a la necesidad de gimmick matches para completar la Revolución de Divas. Y pronostiqué que una lucha dentro de la Celda Infernal sería cuestión de tiempo, pues muchas de las superestrellas actuales poseen la calidad suficiente para llevarla a cabo. Pues bien, ha llegado la hora, y este 30 de octubre veremos el segundo punto de inflexión del movimiento del que Raw se ha erigido promotor. ¿Sería posible cerrar WrestleMania 38 con una disputa por el Campeonato Femenil de Raw? Muchas de las expectativas de que podamos asistir a ello dependen del inédito choque que tendrá lugar en el TD Garden de Boston, Massachusetts.
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