Como hemos expresado en artículos pasados, está claro que Monday Night Raw cuenta con un elenco superior al de SmackDown Live! en cuanto a relevancia, pero hay algo —de igual o mayor importancia— en lo que el show rojo está a años luz detrás del azul: la creatividad.
Las Superestrellas pueden seguir el libreto a pie de letra e interpretar lo pedido a la perfección, pero eso no garantiza que no nos saquen un bostezo de la boca, pues ellos sólo siguen órdenes; y si las órdenes a seguir no son interesantes o se antojan repetitivas, el espectador pierde el interés.
Desde el Draft en adelante, el show de Shane O’Mac ha sabido conformarse con sus limitadas piezas consolidadas y ha destrozado en calidad al de su hermana Stephanie. No Mercy es uno de los eventos que más expectativas ha producido en meses y es que no sólo tiene en su cartel combates frescos y nunca antes vistos, sino que además nos da un motivo para ver otros encuentros de los que ya hemos sido testigos en incontables ocasiones. Pero en el presente artículo no me voy a centrar en No Mercy o SmackDown, el punto aquí son los fallos de Raw. Y son muchos.
EXCESO DE PROTAGONISMO DE LA AUTORIDAD
Es entendible que Mick Foley y Stephanie sean los responsables de manejar el show, pero como dice el dicho, “todo exceso es dañino”. Sino fíjense en las reacciones. En las últimas semanas Foley apenas fue ovacionado —y ni hablar de ella, cuyo personaje lleva años quemado—, lo que es un claro signo de sobre-utilización, pues estamos hablando de un hombre que solía hacer caer edificio al que fuera cuando se trataba de sus apariciones esporádicas. Esto sin mencionar que todo el tiempo de discusiones y demás quitan tiempo en televisión al talento. Eso es exactamente de lo que se quejó Cesaro en su momento y en lo que Shane y Daniel Bryan están siendo sumamente delicados en la “competencia”.
FALTA DE HISTORIAS PARA LOS CRUCEROS
Desde el minuto uno los cruceros han sido pésimamente presentados al público pues, a excepción de Brian Kendrick y quizá Rich Swann, ningún competidor tiene un personaje definido. WWE ha centrado toda la división en la calidad luchística, lo cual en cierta medida está bien, pero también es necesario que hayan historias y promos de por medio para darle más emoción al asunto y evitar los cánticos de CM Punk. Me atrae la idea de que implementar algunos rostros conocidos a la división, talentos que no tengan rumbo y que tengan el estilo aéreo, especialmente Neville, quien confío que podría llevar a la “categoría liviana” en sus hombros como llevó a NXT hace unos años atrás.
ESCASEZ DE RUDOS
Seth Rollins es ahora técnico, genial. Kevin Owens es ahora el principal rudo, fantástico. Pero, ¿quién le sigue al Campeón Universal? ¿Chris Jericho? ¿Rusev? ¿Sheamus? No quiero reiterar una y otra vez que Roman Reigns debe hacer el cambio a rudo, pero Roman Reigns definitivamente debe hacer el cambio a rudo. Con tanto chico bueno y poco antagonista, una rebelación del “Emperador Romano” vendría como anillo para toda esta situación, para el propio luchador y para el Universo WWE en sí. Repito, un gana-gana general.
MAL MANEJO DEL TALENTO
El New Day, por mucho que lo queramos, ya aburre. Para empezar, el grupo debe perder el Campeonato Mundial De Parejas Raw y hacer algo nuevo, sí, pero sin perder la gracia, que es su punto fuerte. ¿Contra quiénes deben perder los títulos? Si hay algo que se puede halagar, al menos desde mi perspectiva, es el trabajo que se está haciendo con Cesaro y Sheamus, que si bien es una historia similar a la de los Campeonos Mundiales de Parejas SmackDown Heath Slater y Rhyno, de momento está funcionando.
Diferente es el manejo que están recibiendo Enzo & Cass, que quedaron fuera del evento Clash of Champions cuando todo hacía indicar que se las verían con The Shining Stars; con quienes incluso cayeron derrotados en más de una ocasión para sembrar la semilla de una planta que nunca creció. Lo mismo para The Club, pareja que fue vendida como una amenaza real en su comienzo y hoy no son más que un equipo del montón. Para revertir esta situación estaría bien la idea de que nombren a un nuevo líder que se dispute el dominio con Finn Bálor en la vuelta del irlandés. Ejem… Joe… ejem.
Sin embargo, no hay talento más desaprovechado que Sami Zayn. Tras su victoria ante su archirrival Kevin Owens en Battleground, el canadiense no ha tenido rumbo y para colmo, en su resurgir cayó ante el Y2J en una derrota sinsentido que no promete tener revancha —y que seguramente haya servido para fortalecer a Jericho de cara a un feudo con KO, algo que no me llama lo más mínimo de atención dada la predicibilidad de ese cara a cara—. Esperemos que todas y cada una de estas Superestrellas encuentre el buen camino y los creativos/Vince empiecen a esmerarse más en hacer de Raw lo que merece ser, empezando por esta noche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario